Nuestra actividad principal es la aceptación, recepción y clasificación de los residuos industriales que llegan a nuestras instalaciones.
Una vez clasificados son preparados para su destino de valorización o eliminación.
Procedimiento de trabajo:
CONTROL DE ENTRADAS Y PESAJE
La primera parada de los vehículos es la báscula, donde se anota su peso y se registra la carga y la procedencia.
Después, el vehículo avanza hasta el punto de descarga donde un operario le indica cuándo descargar y comprueba que la carga sea la declarada en el punto de entrada.
Una vez descargado, se sitúa nuevamente en la báscula, que registra el peso en vacío y se emite el ticket, que consta de la hora de operación, el tipo de residuo y el peso neto.
LÍNEA DE CLASIFICACIÓN
Una vez descargados, con una máquina pulpo se apartan los residuos más voluminosos, mientras que el resto se disponen en la cinta de clasificación.
SEPARACIÓN
En esta fase son clasificados de entre los residuos mezclados los materiales de plástico, de papel y cartón y madera, que son depositados en contenedores.
Estos residuos, una vez separados, son enviados al reciclador final.
SEPARACIÓN DE FÉRRICOS
Siguiendo la cinta y después de la cabina de triaje, los residuos pasan a través de un electroimán que extrae los materiales férricos.
RECHAZO
Una vez terminados todos los procesos anteriores y recuperados los materiales para reciclar, la fracción restante se considera rechazo.
Estos residuos son depositados en vertederos para su eliminación controlada.
Ecoturia Benaguacil, S.L., ha habilitado una línea especial de recogida y tratamiento de tapones y tapas, para dar salida al material plástico, que bajo el lema de tapones solidarios, están recogiendo multitud de colectivos: colegios, colectivos, instituciones, hospitales, familias, etc., con el fin de ayudarles en la última fase del proceso, que es la retirada y valorización del material.
Tipos de tapones y tapas de plástico aptos para el reciclaje:
Una vez molidos y tratados, se convierten en pequeñas escamas de plástico, que se envían a los fabricantes, que vuelven a convertirlas en objetos de uso cotidiano, ya sean tapones, botellas, bolsas o cualquier otro objeto plástico.